Históricamente, los hospitales se han quedado atrás en la adopción de tecnología en el cambiante espacio de la atención médica. Muchas organizaciones todavía dependen de procesos de ventas tradicionales y mensajería manual, y enfrentan desafíos como la escasez de personal y cómo garantizar la disponibilidad de los equipos. Las ineficiencias a menudo surgen de la relación entre el sistema de salud y sus proveedores, como los fabricantes de dispositivos médicos. La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) brinda a las organizaciones de atención médica la capacidad de monitorear y reducir los errores humanos.
Seguimiento de bandejas durante la esterilización. Si bien los métodos tradicionales de manipulación de dispositivos médicos que utilizan lápiz y papel son propensos a errores e ineficientes, la tecnología RFID (etiquetas RFID) permite a los hospitales crear zonas estériles específicas para rastrear el progreso de cada bandeja a través de los procesos de descontaminación, inspección, ensamblaje y esterilización.
La tecnología RFID no se limita al seguimiento de palés, sino que ofrece un gran potencial para la colaboración entre fabricantes de dispositivos médicos y hospitales. En particular, la atención se centra en los envases e implantes estériles utilizados en procedimientos médicos. La complejidad de los procedimientos médicos, especialmente aquellos que implican un inventario costoso, crea un área gris de responsabilidad y confianza entre hospitales y fabricantes.
RFID proporciona una solución confiable para gestionar el inventario de envíos, reducir las auditorías que consumen mucho tiempo y garantizar una cadena de custodia transparente. Esto no sólo mejora la seguridad del paciente, sino que también ahorra tiempo, costes y recursos a los fabricantes y hospitales.
En resumen, la industria de la salud se encuentra en un momento crítico en el que adoptar la tecnología es esencial para sobrevivir y prosperar. La tecnología RFID, si bien no es una solución rápida, proporciona un punto de referencia confiable para que los hospitales anticipen y mejoren los procesos. Los beneficios no se limitan a la seguridad del paciente, sino que también incluyen ahorros de costos, mayor eficiencia y una mejor colaboración entre los fabricantes de dispositivos y los hospitales.