¿Por qué sus activos siempre parecen estar “fuera de control”?
Los activos fijos son la piedra angular de cualquier empresa, desde las computadoras de oficina hasta los equipos de producción a gran escala. La mala gestión impacta directamente en tres dimensiones fundamentales:
- Riesgo financiero: Presupuestos de adquisiciones excedidos, costos de mantenimiento persistentemente altos y estados financieros que no reflejan con precisión los valores de los activos.
- Pérdidas de eficiencia: Respuesta lenta ante fallas de equipos, dificultades para localizar a los responsables, dando lugar a pérdidas implícitas por interrupciones productivas u operativas.
- Peligros de incumplimiento: Registros contables caóticos durante las auditorías fiscales, disposición incorrecta de activos que potencialmente provocan riesgos legales.
La tecnología RFID (Identificación por Radiofrecuencia) se perfila como un elemento innovador en la gestión de activos fijos. En esencia, al colocar una "etiqueta electrónica" en cada activo, la RFID permite la recuperación de datos sin contacto. En comparación con los códigos de barras tradicionales, la RFID ofrece ventajas en cuanto a la rápida recuperación de datos, una sólida capacidad antiinterferencias y la identificación masiva.
Ingreso rápido de datos: al adquirir un equipo nuevo, simplemente escanee la etiqueta RFID usando una aplicación móvil para capturar automáticamente detalles como modelo, proveedor, monto de compra y completar la documentación en 3 segundos.
Libro mayor dinámico: cambios en la ubicación de los activos, registros de mantenimiento, estado de depreciación, todo se sincroniza en tiempo real con la nube, diciendo adiós a las engorrosas actualizaciones manuales de Excel.
Localización precisa: al utilizar codificación de etiquetas, se puede consultar rápidamente el departamento, el usuario y la trayectoria histórica del activo, erradicando de manera efectiva el problema de los "activos que desaparecen".
Con la incorporación de etiquetas de seguimiento de activos RFID en el marco de gestión de activos, las empresas pueden transformar el caos en una eficiencia optimizada, allanando el camino para mejoras sustanciales en la eficacia operativa y el cumplimiento.