"Cada vez que compramos ropa de cama nueva, proporcionamos nuestras etiquetas RFID al fabricante, y antes de que nos etiqueten y nos entreguen el material, le colocamos las etiquetas para su uso inmediato". La etiqueta está codificada en una identificación única.
Cuando la ropa de cama limpia, lavada y planchada llega al hospital desde una instalación de lavandería externa, ingresa a través de un lector de puerta RFID que lee todas las etiquetas. El software proporciona datos sobre qué gabinetes deben reponerse y el inventario existente en el "lavadero" de recepción.
Luego, la ropa de cama se dirige a los gabinetes necesarios según las cantidades de suministro proporcionadas por el software. Cuando se reponen los gabinetes, el personal utiliza lectores portátiles para leer todas las etiquetas. El usuario puede ver la visualización de resultados de recuento suplementarios.
A medida que la ropa vuelve a pasar por la lavandería después de su uso, actualiza nuevamente su estado a través de la puerta RFID y luego se envía a un servicio de lavandería externo.
Los miembros del equipo del hospital pueden acceder a los datos de suministros y luego armar tarjetas de reabastecimiento (órdenes escritas) en función de lo que se detecta en cada gabinete.
El uso de etiquetas RFID UHF no solo reduce los costos de mano de obra y mejora la precisión del inventario. Además, el sistema permite a los hospitales reconocer cuándo los artículos están dañados, mal utilizados o necesitan ser reemplazados.