La integración de la tecnología RFID en el sector minorista facilita la trazabilidad, la toma de decisiones basada en datos y una mayor eficiencia operativa. Este artículo explora la aplicación de la RFID en la logística inversa y su impacto en la sostenibilidad y la reducción de residuos.
En el comercio minorista, la tecnología RFID puede automatizar el conteo y la ubicación del inventario, la detección de robos e incluso el pago sin cajero. A diferencia de los códigos de barras, la tecnología RFID utiliza ondas de radio, lo que permite el escaneo por lotes y la recopilación de datos en tiempo real.
La logística inversa se refiere al proceso de retorno de mercancía desde su punto de destino habitual a través de la cadena de suministro para su devolución, reparación, remanufactura, reciclaje o eliminación. Para los minoristas, esto incluye devoluciones, retiradas de productos, reciclaje y la gestión de mercancía invendible.
El proceso de devolución puede ser laborioso, propenso a errores y poco visible. La mercancía devuelta puede extraviarse o perderse, lo que perjudica su valor y la imagen de marca. Las devoluciones de productos también tienen un impacto ambiental significativo. Por lo tanto, una logística inversa eficiente es crucial para reducir los costos operativos y lograr un desarrollo sostenible.
La identificación única de RFID combina precisión a nivel de artículo con capacidades de escaneo rápido, lo que resuelve los desafíos de trazabilidad. Cada artículo devuelto puede identificarse y rastrearse instantáneamente en tiempo real.
Para devoluciones a gran escala, las etiquetas RFID pueden reducir el trabajo manual y los errores humanos. Los flujos de datos automatizados garantizan registros precisos para auditorías, cumplimiento normativo y reclamaciones.
La tecnología RFID, integrada con sistemas de visión artificial o de clasificación, automatiza el procesamiento de devoluciones, independientemente de si el artículo se reacondiciona, se revende, se dona o se recicla. Esto reduce los residuos secundarios.
El minorista global de artículos deportivos Decathlon tendrá habilitado con RFID más del 95% de su inventario para 2021. El equipo de innovación de Decathlon afirmó que la RFID puede reetiquetar y clasificar automáticamente los productos devueltos, reconsolidando así la mercancía retornable.
La tecnología RFID facilita la gestión integral del ciclo de vida de los productos. Los minoristas pueden rastrear con precisión cuándo, dónde y con qué frecuencia se venden, devuelven o reutilizan los productos, optimizando así los procesos de reposición y limitando las rebajas. La tecnología RFID también permite reciclar o reutilizar los residuos, en consonancia con los principios de la economía circular.
Una cadena de suministro de circuito cerrado busca diseñar productos para su reutilización, reacondicionamiento y reciclaje, minimizando así los residuos en vertederos. La tecnología RFID es clave para lograr este objetivo. Las devoluciones etiquetadas pueden integrarse rápidamente en el proceso de reacondicionamiento, y el registro sistemático garantiza que los componentes cumplan con los estándares de seguridad y calidad.
Un estudio de Accenture de 2020 reveló que, en un entorno minorista de prueba, la tecnología RFID a nivel de artículo redujo las tasas de agotamiento de existencias en un 50 % y el exceso de inventario en un 25 %. El desperdicio se puede reducir aún más si se rastrean y clasifican los artículos devueltos para su reventa en lugar de desecharlos.
Walmart ha comenzado a implementar la tecnología RFID para rastrear productos, lo que reduce significativamente las mermas. Los minoristas pueden ajustar sus promociones, reasignar inventario o donar productos, lo que reduce el desperdicio y mejora las relaciones con la comunidad.
La tecnología RFID puede rastrear productos a nivel de lote o artículo, lo que facilita retiros específicos y minimiza la destrucción innecesaria de productos.
El programa "Circular Hub" de IKEA utiliza tecnología RFID para etiquetar artículos voluminosos y componentes reacondicionables, lo que permite a los minoristas rastrear qué productos se devuelven, se reacondicionan y se revenden. Este proceso de ciclo cerrado, basado en datos, ayuda a mejorar el diseño de los productos, aumentar las tasas de reciclaje y promover el desarrollo sostenible.
Las primeras implementaciones de RFID deben centrarse en las categorías con las mayores tasas de devolución, las mayores tasas de desperdicio o los requisitos regulatorios clave. Ropa, calzado, electrónica y productos perecederos son las principales prioridades.
Los datos generados por RFID en tiempo real permiten análisis avanzados, como el análisis de la causa raíz de las devoluciones, el seguimiento de las mermas y la supervisión del rendimiento de los proveedores. Utilice esta información para actualizar las estrategias de compra, comercialización y diseño de productos y reducir continuamente las mermas.
La implicación de los empleados es fundamental para el éxito de un proyecto RFID. Capacitar a los empleados, especialmente a los responsables de devoluciones y operaciones de almacén, garantiza que el nuevo sistema alcance su máximo potencial.
La tecnología RFID se está convirtiendo rápidamente en un componente vital de las operaciones minoristas con visión de futuro. A medida que disminuyen los costos de la RFID y aumentan sus capacidades, la justificación comercial para adoptar esta tecnología sigue creciendo. Al adoptar la innovación impulsada por la RFID, los minoristas pueden posicionarse como líderes en sostenibilidad: resilientes, eficientes y preparados para responder a las cambiantes demandas de clientes y organismos reguladores.
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