Las tarjetas de banda magnética están hechas de plástico de alta resistencia y alta temperatura o de plástico recubierto de papel. Son resistentes a la humedad y al desgaste, poseen cierta dureza, son fáciles de transportar y ofrecen mayor estabilidad y fiabilidad. Por ejemplo, las tarjetas bancarias son unas de las tarjetas de banda magnética más utilizadas.